Alertan por 310 casos de triquinosis en tres provincias

Siete pacientes fueron internados, incluido uno que aún permanece en terapia intensiva, según informó el Ministerio de Salud de la Nación a través de una alerta epidemiológica.

Setenta y cinco de los 310 casos de los brotes en curso se confirmaron en las ciudades bonaerenses de Pehuajó, Bahía Blanca, Villarino, Navarro y General Las Heras. Por ahora, la única fuente de estos brotes que se pudo detectar es la de Bahía Blanca, donde 24 personas habían consumido los mismos chacinados caseros. En Pehuajó, productos a la venta en comercios causaron 31 casos, aunque la información oficial no aportó más detalles.

En Córdoba, en tanto, se detectaron 225 afectados en Pueblo Italiano, Río Cuarto, Marull, La Cesira, Cintra y otras localidades, además de otros cuatro casos asociados a los mismos productos en Venado Tuerto en Santa Fe. En todos los casos, el origen del brote fue el consumo de chorizos, salames y carne fresca de cerdo “de una faena no autorizada” a la venta en un local comercial en la localidad de Canals.

En La Punilla, San Luis, seis personas contrajeron triquinosis en un brote familiar debido al “consumo de carne de cerdo mal cocida”, según los datos epidemiológicos informados.

La triquinosis la provocan las larvas y los adultos del parásito Trichinella spiralis, que, al ingresar en el organismo a través del consumo de carne contaminada, migran del intestino a la sangre y comienzan a invadir los músculos hasta complicar, en los casos graves, el funcionamiento del corazón, los pulmones y el sistema nervioso.

Es una enfermedad de notificación obligatoria en el país, lo que significa que médicos y veterinarios deben informar a las autoridades de salud pública y sanidad animal ante la aparición de casos.

Reforzar la vigilancia
Dada la gravedad de la situación, se instó a las autoridades sanitarias provinciales y municipales a que refuercen la vigilancia de los pacientes que pudieran consultar con síntomas sospechosos de haber contraído la infección. Son fiebre alta (de hasta 40°C) más edema en la cara, incluida la hinchazón de los párpados (como si fuera una conjuntivitis grave), dolor muscular, diarrea o taquicardia.

Un antecedente importante a tener en cuenta es haber consumido carne de cerdo o animal silvestre y sus derivados hasta 45 días antes del comienzo de esos síntomas.

“Es una enfermedad conocida que se puede prevenir con el manejo sanitario adecuado e información a la comunidad”, sostuvo Gerardo Leotta, integrante de la Red de Seguridad Alimentaria del Conicet.

Leotta explicó que las malas prácticas sanitarias incluyen la alimentación de cerdos con residuos, la falta de buenas prácticas en la producción de cerdos, la cría de cerdos para el autoconsumo sin un debido asesoramiento, faenas sin control veterinario y la presencia de roedores por ausencia de un plan integral para el control de plagas.

Seis medidas de prevención
Consumir carne de cerdo y derivados frescos bien cocidos hasta que desaparezca el color rosado (temperatura interna: 71ºC).
Salar o ahumar la carne no es suficiente para matar al parásito
Comprar los productos derivados, chacinados y embutidos (jamón, panceta, longaniza, chorizos, etcétera) solo en comercios habilitados.
Controlar en la etiqueta si fueron elaborados por empresas autorizadas, es decir, que se especifique la marca, el lote, la fecha de elaboración y vencimiento, el establecimiento elaborador y los datos del registro ante la autoridad sanitaria. Está prohibida la venta callejera de estos alimentos
No consumir productos de caza sin que las carnes hayan sido sometidas a una inspección veterinaria post mortem, incluido el análisis de laboratorio de ciertas muestras de los tejidos musculares que podrían alojar al parásito
Evitar el consumo de carne o derivados provenientes de establecimientos no autorizados, ya que su comercialización está prohibida

Fuente: LA NACION

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