Niños y adolescentes gritan pidiendo jugar con amigos al aire libre y liberarse de esta Cuarentena
Hoy martes 29 de septiembre, se confirmaron 23 nuevos casos positivos en Funes durante las últimas 24 horas y casi 500 desde que comenzó la Pandemia. Con esta cifra, la Ciudad roza los 500 casos positivos.
Con estos números a pesar de la Cuarentena eterna que cumplimos seriamente y con mucho compromiso los dejó a todos sin reuniones, deportes y encuentros aun cuando los niños y adolescentes no son grupo de riesgo, son los únicos que no cuentan con ningún permiso para salir a hacer deportes en canchas abiertas ni visitar plazas de juegos.
La mayoría de los niños permanecen en sus casas desde el lunes 16 de marzo, fecha en que se suspendieron las clases, como una de las primeras medidas que tomó el Gobierno tendientes a hacer frente al avance del coronavirus en el país.
Sólo se había permitido a las personas con discapacidad intelectual o con alguna condición de espectro autista (CEA) realizar salidas excepcionales.
Los padres solicitan que se estudien soluciones alternativas y creativas, que incluyan actividades supervisadas al aire libre al menos una vez al día, que respeten los protocolos de distancia física y demás normas de higiene.
Sin buscar poner un valor por encima de otro, se debe empezar a investigar un protocolo para evitar la propagación del virus e impedir que colapse el sistema de salud es central, así como proteger la salud física de los niños y adolescentes. Pero la definición de la salud es un concepto o sea un completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedad.
Las familias están intentando contener como pueden la energía, la angustia y la ansiedad los más pequeños, pero es necesario empezar a trabajar protocolos para cuando y cómo, los niños y adolescentes vayan a poder salir de la cuarentena. Al menos intentar ubicar una fecha que les dé una respuesta a su exigencia.
Por otro lado, está el tema de la continuidad del ciclo lectivo, ya que no todos los niños tienen una computadora, internet, padres presentes para ayudarlos o con las habilidades pedagógicas para hacerlo. Se les estaban negando derechos que los adultos tenemos; no se entiende por qué esa diferencia entre adultos y niños, máxime si se evalúa que la vuelta a clases va a ser de las últimas actividades que se retomen.
Relacionado con los niños, el encierro y la necesidad de tomar contacto con el exterior, esto se traduce en que en un primer momento todos los que somos padres, abuelos o adultos responsables acatamos la medida básicamente por una cuestión de seguridad, tanto para nuestros hijos como para el resto de la población, ante una indicación de que lo mejor era guardar aislamiento. Y esta medida sigue siendo así, pero como el tiempo va avanzando y el encierro empieza a recrudecer en nuestro psiquismo y en el de nuestros niños, es absolutamente necesario rever algunas cuestiones que en un primer momento fueron de mucha rigidez. Ya que luego de tantos días transcurridos, a los niños les urge que esto sea revisado y reconsiderado.
El aislamiento genera sin dudas cambios en el humor; estos cambios en el comportamiento no le suceden a todos, pero eso no quiere decir que tomar un poco de aire seguro no les venga bien, sin dejar de lado las medidas preventivas correspondientes, un cambio de aire ayudará a que se sientan mejor en sus hogares.
Hay casos en los que empieza a ser indispensable un lugar de juego que posibilite moverse y descargar, hacer deportes y juntarse con pares. Es beneficioso que salgan de a poco y se vayan encontrando con los cambios que hay en la vía pública, como el uso permanente del cubrebocas. Es una situación que para muchos es algo traumática. No estamos acostumbrados a ver a toda la gente con barbijos y para los niños están asociados a enfermedad y hospital.
Quizás encontrarse con algún amigo en un espacio al aire libre, aunque no se saluden con un beso y hablen a un metro y medio o dos, puede ser realmente enriquecedor para ayudar a los niños a no perder lazos sociales y a sostener vínculos, ya que quizá durante la cuarentena se va cortando la fluidez, el diálogo y el interés por el otro estando ensimismados cada uno en su casa con sus actividades.
Ese ratito con amigos podría aprovecharse como un espacio para el ejercicio y la descarga física, además de para el contacto con pares. Pero también es una gran oportunidad de hacer de un momento muy mínimo y simbólico algo lúdico y de profunda conexión con la creatividad para entender cuestiones que para ellos son esenciales, que en la vida cotidiana pasan inadvertidas por los mayores.
Lo indispensable es tener profesionales capaces de armar un protocolo que les permita poder aprovechar este esparcimiento tan necesario para ellos, su salud física y mental sin que esto represente un riesgo para la salud por el COVID 19.
2 Comentarios
Al fin se acuerdan de los niños ! ojala se llegue a buen puerto con esto . Los chicos estan sufriendo mas que nadie el encierro . el gobierno debe , de una vez por todas , generan una politica de concientizacion de los adultos mayores , que son los que acupan mas camas UTI . Cuidar a los abuelos , es NO visitarlos , ellos se infectan xq los visitan los hijos asintomaticos. Es ahi donde debe apuntar el gobierno , no en las clases o plazas .
Al fin se acuerdan de los niños ! ojala se llegue a buen puerto con esto . Los chicos estan sufriendo mas que nadie el encierro . el gobierno debe , de una vez por todas , generan una politica de concientizacion de los adultos mayores , que son los que acupan mas camas UTI . Cuidar a los abuelos , es NO visitarlos , ellos se infectan xq los visitan los hijos asintomaticos. Es ahi donde debe apuntar el gobierno , no en las clases o plazas