Un enorme cuerpo femenino dialogará con la marcha de las mujeres en Rosario

Una enorme mujer yacente recubierta de fragmentos de cerámica flota desde hace unos días en las fuentes del pasaje Juramento y “dialoga” con otras esculturas, las obras de Lola Mora. Se trata de una instalación de la artista bonaerense Nushi Muntaabski que viene recorriendo el país desde hace cuatro años y se va “resignificando” de acuerdo a los lugares y circunstancias en que se expone.

Esta vez, sin proponérselo, la obra de arte contemporáneo encarnada en una figura femenina que representa a la propia artista interpelará a otros miles de cuerpos, los de las mujeres que marcharán hoy al Monumento en el marco del 8M.
La obra permanecerá en Rosario “«Los viajes de Nushi» —tal el título de la instalación— no fue pensada como una obra de género, pero como se va resignificando en cada lugar al que llega claramente acá va a cobrar un sentido de género”, anticipa la propia artista.
De hecho, fue su cuerpo el que actuó como modelo fotográfico para llevarlo en escala a una “escultura tallada en telgopor” (obra de Emanuel Buscossi), que luego fue revestida por fragmentos cerámicos.

La técnica se llama “trencadís” (en catalán, usada mucho por ejemplo por Antoni Gaudí) y consiste en el recubrimiento ornamental de superficies con fragmentos de cerámica quebrada.

Justamente por eso, Muntaabski la define como una obra sustentable, producida con “cerámicos rotos, de descarte”, que luego fueron nuevamente trozados por ella para recubrir la representación de sí misma a escala colosal: la Nushi flotante mide casi diez metros de largo (o de alto, en caso de que alguna vez se instale parada, posibilidad que la artista no descarta) y pesa unas tres toneladas.

“Nushi…” se expuso por primera vez en 2014 en la sede de la Fundación Fortabat y luego viajó a Salta, donde se mostró en la fábrica de Cerámica Alberdi, que fue justamente la “cantera” de donde salieron los fragmentos que recubren el gran cuerpo.

Avatares

En ese lugar la obra transitó por increíbles avatares: una crecida la arrastró y desmembró la figura, al punto de que algunas partes se hallaron en lugares insólitos (la cabeza, por ejemplo, se encontró arriba de un árbol) y otras, como una mano y una pierna, nunca se encontraron.

Esas “mutaciones” dieron origen a otros cambios. Luego, “Los viajes de Nushi” llegaron a un museo de Mar del Plata y a la sede neuquina del Nacional de Bellas Artes, donde por los vientos fue expuesta atada, como Gulliver.

Desde allí, el lunes pasado la obra llegó a Rosario trasladada en un enorme camión. Más tarde fue bajada trabajosamente hasta una de las fuentes que flanquean el Pasaje Juramento y armada con la ayuda de dos colaboradoras, Stella Blanchart y Florencia Sánchez.

En ese espejo de agua el gran cuerpo flota ahora “por primera vez” y sus cortes en “tajada” (que no remiten a la violencia, aclara la artista, sino a la posibilidad de atisbar un interior corporal) se mecen de forma articulada.

La referente viene trabajando grandes formatos desde hace varios años. “Busco en mis obras que se pueda participar. Se trata de romper el estigma de la distancia entre la obra y el artista”, remarcó.

De todos modos, por primera vez, en Rosario Nushi “no será habitable”, es decir que el público no podrá interactuar con la escultura —contarle secretos al oído, treparse sobre ella, meterse entre sus piernas— como sí ocurrió en otras provincias.

Observación

Acá lo que promete enmarcar su presencia será la mirada de las miles de mujeres que hoy desfilarán por el Pasaje Juramento durante la marcha rumbo al Monumento.

“Para mí va a ser un honor y un orgullo enorme que «Los viajes de Nushi» participen de este movimiento”, aseguró la artista, quien prometió sumar su cuerpo “real” a la marcha de mujeres.

Fuente: La Capital

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