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La implementación de la tarjeta Sube en el transporte de Rosario tendrá una transición de al menos unos tres meses. En esos 90 días el plástico federal convivirá con la local Movi, que tiene en circulación dos millones de ejemplares en la ciudad y se usa para cancelar viajes en colectivo, algunos taxis, estacionamiento medido y bicicletas públicas. “No se puede cambiar de sistema de un día para el otro, esto va a demandar una transición ordenada para adaptar las 800 máquinas canceladoras que hay en las unidades, 850 puntos de recarga y respetar el saldo de los usuarios”, confirmó la secretaria de Transporte y Movilidad, Mónica Alvarado.
La funcionaria fue más allá y resaltó que ahora, encauzada la pelea con Nación en torno al desembarco de la tarjeta, en breve se anunciará cuándo debutará el nuevo sistema de transporte local, cuya licitación se definió en septiembre pasado.
En paralelo, desde Cambiemos destacaron que el gobierno nacional hará una inversión inicial de 60 millones de pesos para cambiar todas las máquinas lectoras de tarjetas a bordo de los colectivos. Además del aporte mensual de subsidios, 55 por ciento de la tarifa plana, para unos potenciales 380 mil rosarinos beneficiados.
Los datos se conocen un día después de la cumbre entre el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, y la intendenta Mónica Fein en la que se confirmó el desembarco de la Sube en los colectivos locales a lo largo del 2018.
Desde Cambiemos se había estimado días atrás que la transición iba a demandar hasta 120 días. Ahora en el Ejecutivo admitieron que al menos serán necesarios unos 90 días de convivencia de sistemas.
“Es necesaria una transición, tenemos dos millones de tarjetas Movi en circulación, 800 máquinas canceladoras en los colectivos, 850 puestos de recarga en toda la ciudad. Todo esto hay que cambiarlo y no se puede hacer de un día para el otro”, sostuvo Alvarado.
En declaraciones a La Ocho, la funcionaria remarcó que el cambio de sistema “hay que hacerlo de manera progresiva. Por eso planteamos una convivencia pacífica”.
En ese sentido, el presidente del Concejo, Alejandro Rosselló, precisó que la Nación invertirá este año unos 60 millones de pesos para cambiar todas las máquinas lectoras de tarjeta en los colectivos, además de los subsidios nacionales.
Por otra parte, Alvarado confirmó que Fein anunciará en breve cuándo debuta el nuevo sistema de transporte, y aclaró que el Ejecutivo no pedirá al Concejo una nueva prórroga de las actuales concesiones precarias, que vencen en agosto. Con lo cual admitió que el decreto de adjudicación se firmará antes de fines de abril a la mendocina El Cacique y la local Rosario Bus.
Consultada sobre el destino de los beneficios actuales que brinda la Movi, una vez que deje de usarse en los colectivos, la secretaria de Transporte afirmó: “En la reunión se planteó que habrá una suma de beneficios y no un cambio de beneficios”.
“En la ciudad —continuó—tenemos una serie de beneficios producto de una construcción social y de numerosas ordenanzas sancionadas por el Concejo en los últimos 20 años, que generó solidaridad con mayores de 69 años, estudiantes primarios, secundarios y universitarios, además de los discapacitados”.
En total son unas 100 mil franquicias, entre viajes gratuitos y medio boleto. “El planteo nuestro fue que se sostengan esos beneficios y se sumen las ventajas de la tarifa social federal”, que Nación estima en 380 mil potenciales beneficiarios que pagarían sólo el 45 por ciento de la tarifa.
Como la Sube sólo se podrá usar para cancelar viajes en el transporte, al momento de cancelar saldos de bicicletas públicas, estacionamiento medido y taxis, se seguirá usando la Movi.
Fuente: La Capital