La Barbie futbolista es argentina: Evelina Cabrera ya tiene su propia muñeca

Hace un mes, la ex jugadora, entrenadora y presidenta de la Asociación Femenina de Fútbol Argentino (Affar), Evelina Cabrera, recibió un e-mail que casi descarta pensando que se trataba de una publicidad y luego, una llamada que la dejó, literalmente, sin palabras: el remitente era Mattel, la multinacional dedicada a los juguetes creadora, entre otras, de la muñeca Barbie. “Me dijeron que me habían elegido para inspirar a otras nenas y que de cada país (la central de Latinoamérica está en México) había cinco mujeres, y que yo era la futbolista, por mi tarea de difusión”, cuenta ahora, con la emoción todavía fresca.

Este año, la icónica muñeca -combatida por estereotipar durante décadas el cuerpo y las tareas asignadas a las mujeres- cumple 60 años y armó una serie inspirada en mujeres que determinan que “se puede ser lo que se quiera ser”: a Cabrera le llegaron seis, la suya propia; más una astronauta, una bombera, una periodista y hasta una presidenta. “‘¡Esa también puedo ser yo!’, pensé, porque es la otra parte que me toca en un mundo en el que muchas veces tengo que abrirme camino”, agrega la deportista con emoción frente a su caja de Barbie-Evelina. “A mí, que cerré una sesión de la ONU dando una conferencia, o me peleo con los tipos pesados del fútbol, se me aflojó todo de la emoción cuando me dijeron que había una Barbie inspirada en mí”, ríe. Es que de chica, lo que Evelina quería era tener una, y sólo podía jugar con la de su vecina, a la que además “se le salía la pata todo el tiempo”, recuerda ahora. “Esperé las cajas detrás de la puerta como una nena ansiosa”.

Para Cabrera, que dejó de jugar en 2012 y desde entonces no sólo entrena a otros equipos sino que trabaja coacheando y dando conferencias para inspirar a otras, el camino se está haciendo, pero aún falta recorrido: “Hace diez años que estoy en esto, uno puede mostrar un logro en una foto, en un posteo, pero la lucha es complicada: en un campo en el que por ser mujer hay que demostrar que no se es menos, es difícil”, cuenta. 

“El poder está en el fútbol masculino y ahora me estoy metiendo ahí. Como digo siempre, para poder negociar tenés que pensar como piensan ellos, y ahora me di cuenta que me hacen sentir ‘te la bancás o te vas’. En lo personal es algo que estoy atravesando y lo decido hacer porque sé que es el camino de lo que viene. Ahora no se nota, pero habrá una instancia más allá de la profesionalización; no hay entrenadoras mujeres, dirigentes. Pero eso sí: cuando sea presidente de la AFA podré mis Barbies ahí”, asegura.