Un impresionante mural de 12 metros de altura en homenaje al fallecido astro Diego Armando Maradona, con la camiseta de la Selección Argentina, fue pintado en la ciudad italiana de Pompeya, por el muralista argentino Maxi Bagnasco, como parte del Pompei Street Festival, que convocó durante tres días a casi treinta creadores de todo el mundo.
La ciudad ubicada en el sur de Italia, cerca de la costa de la bahía de Nápoles, y reconocida por su inmenso sitio arqueológico enterrado por las cenizas del Vesubio, es ahora escenario del flamante y monumental homenaje al Diego: un mural de 12 metros de alto por 5 de ancho que Bagnasco -fan declarado de Maradona- pintó con aerosol a lo largo de cinco días.
El muralista argentino -responsable del santuario a Maradona en Argentinos Juniors, el mismo que hace unos meses contribuyó a la creación del avión dedicado al astro, viajó a Pompeya con motivo del festival de street art que reunió grafiteros de Brasil, Italia, Canadá, Alemania, Chile, España, Irán y Reino Unido.
En el mural, el exfutbolista aparece representado con la camiseta argentina pero el logo pertenece a la casaca del Napoli, un detalle inventado por Bagnasco que entusiasmó al público presente en las calles de Pompeya.
“La gente se acercaba a ver el mural, me traían regalos, me pedían fotos, e incluso venían a cantar ‘Ho visto Maradona’. Todos súper agradecidos”, detalla Bagnasco desde Italia, en diálogo con Télam.
Incluso, uno de los días el exfutbolista brasileño Antônio de Oliveira, conocido popularmente como Careca pasó caminando frente al mural y se tomó una selfie, le comentaron a Bagnasco la noticia que se replicó en medios italianos.
En un gesto audaz, el artista decidió representar a Maradona en una imagen reconocida por los transeúntes -y también por los usuarios de redes sociales-: cuando el Diez usó la camiseta de Italia 90, en aquel mítico mundial en el que Argentina dejó afuera de la Copa al país anfitrión.
“El Maradona de Pompei” decidió bautizar Bagnasco a su mural, que muestra a Maradona juntando las palmas de las manos, como en plegaria, la cabeza apenas inclinada hacia un costado, las cejas arqueadas con gesto de ruego.
“Ahora todos preguntan dónde está el mural, donde queda el Maradona de Pompei, para venir a conocerlo”, dice Bagnasco sobre esta obra que se suma a un segundo trabajo que realizó en ese territorio: esta vez sobre paneles transportables, una pintura en homenaje al arqueólogo Amadeo Maiuri, en pleno corazón de las ruinas de Pompeya.
