Rosario Sangra: Asesinaron a un Funense

El episodio de violencia ocurrió en el barrio Triángulo de Rosario, donde Pablo Mónico se encontraba sentando en la vereda de la casa de su pareja y fue asesinado de al menos cinco disparos por una persona que se trasladaba en una moto a plena luz del día.

Foto: La calle en la que mataron a balazos, a plena luz del día, a Pablo Mónico.

El hecho ocurrió después de las 17:00 en la calle Gaboto, cuando Pablo Andrés Monico, de 44 años, estaba en la casa de su pareja y decidieron salir a tomar mate a la vereda. Allí, llegó una persona en moto y, sin mediar palabras comenzó a disparar. Según testigos, se escucharon al menos nueve o diez detonaciones de las cuales cinco impactaron en el cuerpo de la víctima.

Automáticamente los vecinos llamaron a la ambulancia, pero cuando el personal del Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) arribó a la escena, el hombre ya había muerto. Los investigadores encontraron en el lugar vainas servidas calibre 9 milímetros y cuatro esquirlas.

De acuerdo al testimonio que brindaron los vecinos, el atacante viajaba con casco en una moto que llevaba detrás una caja de delivery y cuando frenó “parecía que buscaba una dirección”. Por ese motivo, el ataque fue sorpresivo para todos. Luego de la balacera, el agresor escapó a bordo de su moto 110 en dirección al oeste rosarino.

En este sentido, un conocido de la víctima relató a los policías: “A la vuelta (de la casa donde mataron a Mónico) había un transero, pero este muchacho ni siquiera era de acá. Lo conozco hace un tiempo a este hombre y no tenía nada que ver con nada. Para mí se confundieron de dirección o de persona”.

Foto: gentileza

Una vez cometido el asesinato, el atacante se fugó con la moto a toda velocidad y se perdió por Gaboto hacia el oeste. Minutos después el sistema 911 recepcionó una llamada en la que se denunció el ataque y al llegar los primeros móviles policiales los efectivos levantaron las 10 vainas calibre 9 milímetros, cuatro esquirlas y varios pedazos de plomo.

Personal de la AIC que trabajó en la escena del ataque bajo la dirección de la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro relevó la zona en busca de cámaras de videovigilancia públicas o privadas que puedan haber registrado el hecho o bien el derrotero de la fuga del homicida. Además recogieron algunos testimonios de vecinos, pero ninguno parece haber presenciado el ataque mortal.

La causa quedó a cargo de la fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos en turno, Marisol Fabbro, y del personal del Gabinete de Criminalística junto al de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).

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