Rompió las barreras del automovilismo por pasión y le dijo que no a la Fórmula1: Ianina Zanazzi

La campeona de la Copa Porsche habla de las dificultades que tuvo que atravesar en un ambiente dominado por los hombres y se refiere a la llegada de las mujeres al automovilismo.

Lejos de pensar a qué boliche ir el fin de semana, qué ropa nueva comprarse para estrenar y sumarse a las actividades que planeaban las chicas de su edad, Ianina Zanazzi llevaba la revista Corsa al colegio y en los recreos se juntaba a charlar de autos con los chicos. A los 14 años empezó a correr en karting, luego pasó a los autos, y su pasión y talento al volante la llevaron a convertirse, sin buscarlo, en una referente del género femenino en el automovilismo.

A lo largo de los años, sumó varios kilómetros en los autódromos nacionales, sudamericanos y europeos. Hasta intentó llegar a la Fórmula 1, aunque terminó apostando por su proyecto de construir una familia. “Como piloto me moría de ganas de manejar un Fórmula 1, pero no por tener la vida que tenían ellos. Te manejan tu vida y pasas a ser un producto. Y por como soy yo, entendí que no iba a ser feliz y lo sigo sosteniendo hoy en día”, asegura la piloto y madre todoterreno que corre en el Top Race Series y debutará en TC Pick Up (TCPK), una categoría de camionetas de la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC).

Ianina Zanazzi, pionera y referente de las mujeres en el automovilismo. Foto: Instagram @ianinazanazziok

La oriunda de Chacabuco heredó el ADN fierrero de su papá, que es mecánico y su actual compañero de trabajo con el que restaura autos clásicos de Porsche.

-¿Qué opinaban en tu casa cuando decidiste empezar a correr?

-A mi viejo le gustaba porque ser mecánico y tener cuatro hijas mujeres era como ‘bueno, por lo menos con una puedo compartir lo que me apasiona’, porque mis hermanas nada que ver. Y mi vieja con mucho miedo porque no es fácil tener que aceptar que tu hijo quiere hacer algo en lo que corre riesgo o que es algo peligroso. Pero los dos siempre me re contra apoyaron.

-¿Y tus amigas?

-No tenía casi relación con mis amigas, no porque una cosa sea mejor que otra, entiendo que es la edad donde uno tiene que disfrutar si te gusta salir o reunirte con amigos, pero yo estaba muy metida en mi deporte, entonces no me sentía bien hablando de salidas ni de ropa. Yo llevaba la revista Corsa y en el recreo me juntaba con los chicos y hablábamos de autos. Estaba con el chip puesto en las carreras, así que siempre me resultó muchísimo más fácil relacionarme con mis compañeros que con mis compañeras. De hecho, no me fui de viaje de Egresados del colegio y cambié el viaje a Bariloche por uno para ver una carrera en Australia. Y a los 15 años lo mismo, le pedí a mis viejos que me compren un karting, así que hice una comida muy intima para nosotros y reemplazamos un karting viejito que tenía por uno nuevo para ser más competitiva.

Ianina nunca se hizo demasiado problema a la hora de tener que fabricarse su propio camino en un ámbito emparentado con los hombres. “Años atrás era muchísimo más loco esto de una mujer haciendo un deporte tan asociado al hombre. Así que fue raro, pero yo nunca pensé demasiado en el entorno y traté de guiarme por lo que yo sentía. Cada obstáculo que se me presentaba veía cómo lo podía superar, entendiendo que iba a ser difícil porque cuando te toca ir abriendo caminos sabés que te llevás la peor parte”, asegura en una charla con Filo.News.

-¿Alguna vez te discriminaron?

-Al principio fue duro pero enseguida el ambiente me trató bien porque vio que a mi era algo que realmente me apasionaba. Además, entiendo que el hombre es una posibilidad para aprender y superarme. Sí, en una carrera quiero ganar, pero no lo veo como el enemigo. En el automovilismo, el 99,9% lo armó el hombre y para mi se merece todo el respeto del mundo. Entonces se dieron cuenta que yo estaba ahí porque me quería ganar un lugar, pero me lo quería ganar bien.

Sin sentirse un ejemplo, Zanazzi elige correrse de las controversias de género que se presentan por estos tiempos. “Más allá de ser hombres o mujeres todos tenemos que tener las mismas posibilidades. Sí entiendo que somos distintos y que hay cosas en las que no está bueno que haya competencia. A veces me parece que, siendo autocrítica, las mujeres pierden el sentido de la lógica en que un piloto no se construye de un día para el otro. Un piloto se va formando a través del tiempo, con mucho esfuerzo, con experiencia. Es un proceso largo y no es lógico que una mujer pretenda de un día para el otro llegar al automovilismo. Te dan la posibilidad de que compitas con ellos pero no te van a poner la alfombra roja porque está de moda la igualdad. Te vas a tener que ganar tu lugar en la medida que te esfuerces, que te entrenes y hagas lo mismo o más que hacen los pilotos que hoy están en las mejores categorías”, explica.

El no a la Fórmula 1 y el chiste que le salió mal a Fernando Alonso

Luego de ser subcampeona de la Fórmula 3 Sudamericana, Zanazzi viajó a Europa para probarse en la Fórmula Nissan, por entonces la antesala de la Fórmula 1, en el equipo que había salido campeón los últimos tres años y estaba conformado por Fernando Alonso, Marc Gené y Antonio García. “Quería probarme ahí porque sabía que tenían herramientas para compararme con las vueltas de los pilotos rápidos y decirme si realmente tenía condiciones. Pero ellos no querían probarme por ser mujer”, recuerda. Sin embargo, no solo evitó tomar la negativa como una frustración, sino que dobló la apuesta: mandó un currículum con sus resultados y el nombre de un varón.

-¿Cuándo te vieron llegar qué te dijeron?

-Se querían morir. ¡Unas caras! Me decían que no me querían probar, que ellos mujeres no probaban, que las mujeres eramos unas chicanas (lentas). Al final, los termino convenciendo de que me dejen dar cinco vueltas, pero me aceptaron de mala gana. Me señalaban cuál era el volante, me boludeaban mal. Entonces salgo a girar y todas las miradas estaban puestas en que me mandara alguna macana, pero empiezo a girar más rápido que todos los pilotos y terminé el día siendo la más rápida.

Ianina Zanazzi mantiene una relación amistosa con Fernando Alonso. Foto: Instagram @ianinazanazziok

En aquella jornada estaba presente Alonso, quien iba a dar el salto a la Fórmula 1 y buscaba a su reemplazante. Justamente, el español también fue uno de los que se sorprendió con la presentación de la argentina, al punto de que quiso hacer una broma que le terminó saliendo mal. “Para fastidiar a los otros pilotos, Alonso ponía un tiempo que él consideraba que era imposible hacerlo y yo bajaba ese tiempo. O sea, con el tiempo que creía que estaba mintiendo para molestar a los demás se quedaba corto porque yo lo hacía más rápido”, relata Ianina, entre risas.

A partir de ahí, Zanazzi forjó una relación amistosa con Alonso que le permitió conocer y darse cuenta de qué se trataba el mundo que rodea a la Fórmula 1. “Como piloto me moría de ganas de manejar un Fórmula 1, pero no por tener la vida que tenían ellos. En un punto se terminan despersonalizando porque eligen todo por vos: la marca que te tenés que poner, el auto que tenés que manejar, lo que tenés que decir. Todo está pautado desde que te levantás hasta que te acostás. Te manejan tu vida y pasas a ser un producto. Y por como soy yo, entendí que no iba a ser feliz y lo sigo sosteniendo hoy en día”, afirma.

Ianina Zanazzi fue subcampeona de la Fórmula 3 Sudamericana. Foto: Instagram @ianinazanazziok

Una mamá todoterreno que se pone el casco y va a fondo

Si bien tuvo oportunidades de acercarse a la máxima categoría del automovilismo mundial, Ianina tenía en claro que esa no era la vida que quería. Entonces volvió a la Argentina, estuvo 15 años fuera de las pistas y se dedicó a construir una familia que hoy la encuentra siendo madre de tres hijos, a quienes les cuesta unir a la mamá tradicional con la mamá piloto. “Yo soy muy Susanita de estar en mi casa, de cocinar, arreglar algo de electricidad, me pongo a pintar, hacemos la huerta, hago el asado. Y como que no les da que esa mamá en un momento se pone el casco y va a fondo y a las chapas. Más que yo encima en la calle manejo re tranquila, soy una rompe con el cinturón y respetando las leyes de tránsito”, sostiene.

Pero las puertas de las pasiones no son fáciles de cerrar y en 2018 le volvió a picar el bichito de los fierros, esos que nunca abandonó del todo porque siempre tuvo trabajos relacionados con los autos.

En la actualidad, Ianina Zanazzi restaura autos clásicos de Porsche. Foto: Instagram @ianinazanazziok

Como si el tiempo no hubiese pasado, en su regreso se consagró campeona de la Copa Porsche y grabó su nombre en la historia de la marca al ser la primera mujer en ganar una carrera, y luego, al convertirse en la primera mujer en el mundo en lograr un campeonato.

Si de nuevos desafíos se trata, Ianina Zanazzi se anota primera en la lista. Por eso, en paralelo al Top Race Series, se sumó al reto de competir en la TC Pick Up, que tiene a los mejores pilotos a nivel nacional. “Es la posibilidad de medirme y aprender de los mejores”, afirma la piloto que a los 39 años saldrá de su zona de confort e intentará volver a romper el molde.

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