Macron da marcha atrás con la suba de los combustibles para calmar a los “chalecos amarillos”

“Debemos calmar la situación antes de que empeore”, declaró este martes el primer ministro francés Edouard Philippe al anunciar una moratoria de seis meses a la suba de los impuestos a los combustibles para intentar apaciguar las protestas de los autodenominados “chalecos amarillos”, que se convirtieron en la peor crisis de la presidencia de Emmanuel Macron.

El gobierno francés está bajo presión desde el 17 de noviembre, cuando estalló un movimiento de protesta en todo el territorio contra el incremento del precio del combustible, previsto para el 1 de enero. Con los “chalecos amarillos” se manifiesta la Francia de las ciudades pequeñas y medianas, y la Francia rural, donde el uso del auto es vital.

Después de los graves incidentes del fin de semana en París, Macron da marcha atrás con la suba de los combustibles para calmar a los “chalecos amarillos”.

Así lo anunció el primer ministro, Édouard Philippe ⬇️https://ir.tn.com.ar/2E0Qok5

Las protestas desembocaron el sábado en violentas manifestaciones en París y otras ciudades con autos incendiados, daños a monumentos como el Arco de Triunfo y saqueos de comercios.

Ningún impuesto “merece poner en peligro la unidad de la nación”, dijo el primer ministro en un discurso televisado. “Hay que estar sordos” para “no escuchar la cólera” de los franceses, agregó e invitó a los manifestantes a dialogar. Philippe también habló de revisar la política fiscal francesa y anunció el congelamiento de las tarifas de luz y gas para el invierno.

La principal demanda de los manifestantes era la supresión de esta tasa a los combustibles, pero sus reivindicaciones se han ampliado y ahora piden un aumento del salario mínimo, una reducción general de los impuestos, una subida de las pensiones y la restauración de un impuesto al patrimonio de los más ricos, entre otros.

Varios representantes de los “chalecos amarillos” no tardaron en calificar la medida de “insuficiente”. “Los franceses no quieren migajas”, dijo a la agencia de noticias AFP Benjamin Cauchy, una de las figuras de este colectivo que nació en las redes sociales.

“Los franceses piden una anulación”, agregó el jefe de fila de los senadores del partido conservador Los Republicanos, Bruno Retailleau. “Una moratoria no es más que una suspensión. No está a la altura de las esperanzas y de la precariedad en la que viven los franceses”, estimó por su parte la líder ultraderechista Marine Le Pen.

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