Los precios de la carne aumentaron 29% en febrero

La suba de los precios fue mucho mayor en las carnicerías que en los supermercados

El corte que más se incrementó fue el bife ancho
El corte que más se incrementó fue el bife ancho

Los precios de los cortes de carne vacuna registraron una suba de 29% en febrero respecto del mes anterior y crecieron 76,8% en términos interanuales, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa).

“Puede observarse un impacto bastante uniforme de los aumentos con relación a los distintos cortes, en donde los intermedios son los que más incrementaron sus precios: 30,5%, mientras que los caros y económicos mostraron una suba de 29,2% y 27,7% respectivamente”, indicó el informe.

Próximos a la publicación del dato de inflación por el Indec, se espera que el fuerte aumento de la carne sea uno de los principales impulsores del indicador.

Esto se debe a que alimentos y bebidas no alcohólicas es la categoría que más pesa en el IPC (cerca del 25%) y al interior, el bien que más pesa es la carne (con una incidencia de 9% en el total de la canasta del IPC).

En este sentido, Equilibra precisa que la mediana de los relevamientos de precios para febrero por parte de distintas consultoras muestra un alza de 6,2%, con un mínimo de 5,7% y un máximo de 6,4%.

En tanto, los principales incrementos según los cortes durante febrero se registraron en bife ancho (34,2%), cuadrada (32,9%) y paleta (32,1%).

Según el canal de comercialización, en el caso de las carnicerías el precio promedio de la carne vacuna registró una suba de 33,5% en la comparación con enero, “superando por más de 15 puntos los aumentos de carne vacuna en supermercados (18%)”.

Al respecto, cabe destacar que a mediados de febrero, el Gobierno extendió Precios Justos a la carne en acuerdo con la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (Fasa) y carnicerías de frigoríficos.

El acuerdo estipula que los valores se mantengan congelados hasta el 31 de marzo y luego tengan una suba límite mensual del 3,2% hasta el 30 de junio, 

Pero el problema es que esta ampliación de Precios Justos rige solamente para los supermercados nucleados en dichas entidades, “liberando” al resto.

En este sentido, Ecolatina afirma que también hubo otros productos dentro del programa que corrieron la misma suerte y cuyos precios mostraron diferenciales entre los comercios de cercanía y las grandes cadenas de supermercados: el agua, los fideos, la leche y los yogures.

De esta manera, el programa presenta una gran limitación que es justamente contraria al objetivo que persigue: no llega eficazmente a los sectores más vulnerables que son los que en mayor medida sufren la inflación de los alimentos ya que, según la consultora, estos tienden a adquirir los productos en los pequeños comercios.

Por otro lado, en relación a los precios de los productos sustitutos de la carne vacuna, en el caso del pollo, el mismo registró una baja de 0,2% en febrero, después de “nueve meses consecutivos con aumentos promedios que superaban los incrementos promedios de carne vacuna”, precisó el Cepa.

Asimismo, el informe de Cepa indicó que, “si se realiza un recorte desde mayo de 2022 hasta febrero de 2023, el precio de la carne se incrementó 41% mientras que el IPC alcanzó 69%”.

Sin embargo, explicaron “que esta comparación es sesgada, ya que, si se extiende, la serie desde inicios de 2020, se observa que el precio de la carne se escinde del IPC a finales de 2020 manteniéndose siempre por encima de este último, salvo en el breve lapso de diciembre y enero últimos”.

De esta manera, “al comparar ambos indicadores desde octubre de 2020 a la actualidad, los datos indican que la carne se incrementó 325% y el IPC ascendió a 249%”, precisó afirmaron desde el Cepa.

  • En los últimos meses de 2022, el precio de la hacienda en pie y en góndola se mantuvo por debajo de la inflación mensual. Ese diferencial en la evolución de dichos indicadores fue el resultado del impacto de la sequía, que afectó severamente la producción de forraje y pasturas necesarias para alimentar el ganado generando un anticipo en las ventas de hacienda por parte de los productores y una mayor oferta disponible en el mercado, manteniendo el precio estable o en baja, en términos relativos. 

De hecho, en el mes de diciembre de 2022 se registró una de las faenas más elevadas de los últimos 20 años con 1,2 millones de toneladas de acuerdo con los datos informados por Senasa, lo que representa un aumento del 7,4% respecto de lo registrado en diciembre 2021. 

Ahora, dice Cepa, se podría pensar que el actual incremento de precios podría deberse al proceso inverso, es decir, a una menor oferta de ganado en los primeros dos meses del año. Sin embargo, es una hipótesis que no convence: en el primer bimestre del año la oferta de faena aumentó 14% en relación con el mismo periodo de 2022 y es la más alta de los últimos 15 años.

Fuentes del sector indican que el salto de precios se debe al “atraso” del precio de la carne vacuna respecto a la inflación en buena parte de 2022.

Según Cepa, la carne sube por 5 motivos centrales:

  1. El aumento en el precio del maíz
  2. Escenario internacional: demanda externa sostenida
  3. Poca transparencia en el mercado agroganadero
  4. Subfacturación: especulación con la brecha cambiaria
  5. Nivel de concentración en los frigoríficos

“Un golazo para las vacas albicelestes”

Un estudio publicado en el Earth System Science Data, que utilizó mediciones realizadas por la misión Orbiting Carbon Observatory-2 (OCO-2) de la NASA, encuentra que Argentina es uno de los pocos países que aparece con balance positivo de carbono debido a la captura de CO2 en las “tierras de pastoreo” (bosques, arbustales, pastizales, etcétera). 

"Argentina está cercana a la carbono-neutralidad. Producto de la innovación que imprime nuestra cadena agroindustrial día a día y eso nos hace acreedores ambientales en el comercio mundial", celebró Bahillo
“Argentina está cercana a la carbono-neutralidad. Producto de la innovación que imprime nuestra cadena agroindustrial día a día y eso nos hace acreedores ambientales en el comercio mundial”, celebró Bahillo

“La ganadería argentina es parte del ecosistema natural y constituyen una de las actividades que lleva al agro argentino a ser un actor esencial en la gestión de la fotosíntesis y la recuperación del dióxido de carbono de la atmósfera en el ciclo natural del carbono. El proceso se da a través del consumo de las vacas quienes se alimentan mayoritariamente en nuestro país de las pasturas y pastos naturales. Estos recursos forrajeros, han tomado del aire el dióxido de carbono como parte del ecosistema natural a través de la fotosíntesis. Las vacas digieren el carbono del pasto eliminando metano a la atmósfera. Pero el metano que ellas emiten esta ‘hecho’ en base al carbono del pasto que consumieron y su duración es de entre 10 a 12 años en la atmósfera. Luego de ese tiempo el metano se transforma en agua y dióxido de carbono. El que es absorbido naturalmente a través de la fotosíntesis por las pasturas y pastos naturales. Y es así como el ciclo se repite una y otra vez. Es naturaleza pura”, dijeron desde el Ipcva.  

Por otra parte, dicen, la ganadería argentina es una de las pocas actividades que permite la trasformación de proteína vegetal no apta para el consumo humano en proteína animal de alto valor biológico indicado para el consumo humano. Si los sensores de la NASA se refinan aún más, estos avances serán clave para verificar qué países cumplen con los compromisos firmados en la COP 21 y posteriores. “Un golazo para las vacas albicelestes”, resumieron, envalentonados, desde el Ipcva. 

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