El satélite natural se aleja aproximadamente 3,8 centímetros por año.
La Luna, nuestro satélite natural, está lentamente alejándose de la Tierra a un ritmo de unos 3,8 centímetros por año. Aunque este cambio es imperceptible en el corto plazo, tiene implicaciones importantes a nivel astronómico y para la vida en la Tierra.
Este fenómeno fue estudiado por científicos durante décadas y plantea algunas preguntas interesantes sobre el futuro de nuestro planeta y su relación con la Luna.
Por qué la Luna se aleja de la Tierra
Según National Geographic, el alejamiento de la Luna es un efecto secundario de la rotación de la Tierra. A medida que nuestro planeta gira, enfrenta una resistencia significativa debido a los océanos y mares.
Con el tiempo, esta fricción hace que la rotación terrestre se vuelva más lenta. A su vez, la interacción gravitacional entre la Tierra y la Luna provoca que el movimiento de la Luna se acelere, aumentando su velocidad orbital y, por ende, su distancia de nuestro planeta.
Cómo se mide la distancia entre la Tierra y la Luna
Desde la llegada del Apolo 11 en 1969, la NASA dice que los astronautas colocaron reflectores en la superficie lunar. Estos reflectores actúan como pequeños espejos, permitiendo a los astrónomos medir la distancia a la Luna con precisión.
Enviando haces de rayos láser hacia estos reflectores y midiendo el tiempo que tardan en regresar a la Tierra, los científicos pueden calcular la distancia exacta entre ambos cuerpos celestes.
Este fenómeno es un ejemplo de cómo las fuerzas gravitacionales y la fricción pueden provocar cambios a largo plazo en nuestro sistema planetario. Aunque los efectos inmediatos son mínimos, la comprensión de estos procesos nos ayuda a apreciar la complejidad y dinámica del cosmos.
Qué efectos tiene este alejamiento en la Tierra
En la actualidad, los efectos de este fenómeno no son perceptibles para las personas, pero en millones de años podrían ser más significativos. Uno de los principales impactos sería en la duración del día, ya que la Tierra girará más lentamente.
Esto significa que los días se harán progresivamente más largos. Además, la distancia entre la Luna y la Tierra afectará la gravedad del satélite, lo que influirá en la altura de las mareas, haciéndolas más suaves con el tiempo
Qué pasaría si la Luna cayera en la Tierra
Si la Luna cayera a la Tierra, las consecuencias serían devastadoras. El impacto liberaría una energía colosal, provocando explosiones masivas, terremotos y tsunamis globales.
Además, una nube de escombros bloquearía la luz solar, causando un enfriamiento temporal y alteraciones climáticas graves. La ausencia de la Luna afectaría las mareas y podría modificar la rotación y el clima de la Tierra.
Según el físico Neil deGrasse Tyson, un impacto de esta magnitud podría llevar a una extinción masiva y a un cambio drástico en los patrones climáticos globales. La gravedad de la situación resalta la importancia de la Luna para la estabilidad y equilibrio de nuestro planeta.