La Corte de La Haya define el futuro del reclamo de salida al mar de Bolivia

En medio de un clima de prudente optimismo, las delegaciones diplomáticas de Bolivia y Chile escucharán hoy un pronunciamiento clave de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en la ciudad holandesa de La Haya. El tribunal debe pronunciarse sobre el reclamo boliviano que procura imponer negociaciones a Chile para lograr una salida al mar. La CIJ no definirá si Chile debe ceder territorio a Bolivia, sólo le impondría que acepte iniciar negociaciones “de buena fe” con Bolivia. De estas negociaciones nacería un futuro acceso al mar de Bolivia, que lo perdió en el lejano 1880.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, que viajó a La Haya, consideró que “habrá buenas noticias para todos los bolivianos”, según expresó en un mensaje de vídeo difundido en Twitter a poco de llegar al aeropuerto de Rotterdam. “Tenemos mucha esperanza y mucha fe porque nuestra demanda se funda en base a la verdad, al derecho y por una justicia. Será un fallo esperado y es una esperanza para resolver temas pendientes con Chile”, manifestó Evo Morales, el artífice de la demanda interpuesta contra Chile en 2013.

En similares términos se expresó el embajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), José Alberto Gonzales, al afirmar que la delegación que encabeza tiene “mucho optimismo”. Gonzales afirmó además que Bolivia va “a respetar el fallo” del tribunal internacional, sea cual sea el resultado. “Tenemos la certeza de que, cuando se conozca el contenido, haremos todos los esfuerzos para que el fallo se ejecute”, declaró en el hotel de la delegación boliviana. Hoy la delegación boliviana estará encabezada por el presidente Morales, el canciller Diego Pary, el ministro de Justicia Héctor Arce, y la ministra de Comunicación Gisela López.

En contraste, el canciller de Chile, Roberto Ampuero, no estará presente en La Haya. El representante chileno ante la CIJ, Claudio Grossman, restó importancia a esa ausencia. “Lo extraordinario es que venga alguien que no sea el agente” representante de Chile, indicó a los periodistas.

El representante chileno aseguró que está “muy tranquilo” porque el Tratado de 1904, que se firmó tras la Guerra del Pacífico y fijó las fronteras entre ambos países, “estableció el dominio a perpetuidad de los territorios disputados”. Agregó, de forma tajante, que “hoy y mañana, no hay ni un milímetro de territorio de Chile que dejará de ser chileno”. “Nosotros ya hemos planteado que, desde el punto de vista del derecho internacional, no hay obligación de un resultado y esperamos la aplicación del derecho internacional por la CIJ”, remarcó.

La “obligación de resultado” mencionada por Grossman se refiere a que la CIJ ya estableció en 2015, cuando aceptó la demanda de Bolivia, que, en caso de que obligase a Chile a entablar conversaciones con Bolivia como haría hoy, el tribunal no determinará el resultado de las negociaciones. En concreto: el tribunal no se pronuncia sobre el fondo del litigio, solo habilita o no negociaciones entre las partes a pedido de Bolivia.

El embajador de Chile en Estados Unidos, Alfonso Silva Navarro, y la embajadora en Holanda, María Teresa Infante, acompañarán a Grossman. Se prevé que la lectura del fallo dure entre 70 y 90 minutos, aunque se leerá solo un extracto de los párrafos más importantes.Bolivia y Chile han mostrado en La Haya las diferencias y tensiones que han marcado a sus relaciones bilaterales de los últimos años.

Bolivia asegura que la pérdida de 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio al perder la Guerra del Pacífico (1879/83), fue un obstáculo para su desarrollo económico. La guerra terminó, en su primera fase, en 1880, con la derrota completa de Bolivia, y de Perú, tres años después. Chile se apropió de toda la franja costera, que era boliviana al sur y peruana al norte, y estableció la actual frontera. La disputa fue impulsada por la riqueza de nitratos (“salitre”), así como de guano en las islas litorales.

Bolivia basa parte de sus argumentos jurídicos en que Chile ha aceptado discutir el tema marítimo en varias ocasiones a lo largo de los últimos cien años, diálogos que aunque infructuosos obligan a Chile a seguir negociando.

A su vez, Chile sostiene que el Tratado de 1904 ya fijó las fronteras y que los reclamos bolivianos de acceso soberano al Pacífico supondrían en la práctica una sesión de territorio chileno, opción que a su juicio no está en discusión. La solución final no diferiría demasiado de la que se barajó en los años 70: un corredor de unos 10 km de ancho que una Bolivia con la costa del Pacífico.

El plan de Pinochet que no prosperó

En octubre de 2017 documentos desclasificados por la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, revelaron que Chile, en diciembre de 1975, hizo una oferta secreta a Bolivia: un corredor de 10 kilómetros al norte de la ciudad de Arica que llegaba al mar. A cambio, Bolivía cedería algunos recursos hídricos. La propuesta, realizada por el gobierno dictatorial de Augusto Pinochet al dictador boliviano Hugo Banzer, no prosperó. En 1976 Perú agregó como condición crear una zona trinacional al norte de Arica, como condición para aceptar el trato. Desde 1978, ambos países retiraron sus respectivos embajadores y solo mantienen relaciones diplomáticas a nivel consular.

Fuente: La Capital

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