El Mundial de las tarjetas

El de Rusia es el Mundial de las tarjetas, y no porque haya habido una gran cantidad de futbolistas castigados sino porque la FIFA decidió que a partir de esta competencia el fair-play juegue un papel determinante. Hasta Rusia, cuando dos o más selecciones quedaban igualadas en puntos, diferencia de gol y goles a favor, la suerte de cada una se decidía por sorteo. Ahora, antes de llegar a la moneda, hay una nueva instancia: la del juego limpio.

El sistema de puntuación que establece la FIFA para medirlo es bastante sencillo. Cada penalidad suma una determinada cantidad de puntos, siempre en negativo, dándole la ventaja a la selección cuyo fair-play esté más cerca de cero.

– Amarilla: -1
– Doble amarilla + roja: -3
– Roja directa: -4
– Amarilla + roja directa: -5

Argentina, por ejemplo, suma -3 puntos a causa de las amarillas que recibieron Mercado, Otamendi y Acuña contra Croacia, mientras que Islandia está en cero (no acumula ni una sola tarjeta) y Nigeria en -2 (amarillas de Troost-Ekong y Idowu). Y las probabilidades de que el fair-play incida en el grupo de la Selección son altas: si Argentina gana 2-0 su partido e Islandia 2-1 (o lo hacen por 3-1 y 3-2, ó 4-2 y 4-3, y así sucesivamente) serán las tarjetas las que definan qué selección se clasifica a los octavos y cuál se queda afuera de la Copa.
Esta situación se repite en cinco de los otros siete grupos. En algunos casos el fair-play podría determinar la posición de los clasificados y en otros, como es el caso del grupo de la Argentina, qué selección queda eliminada. 

España y Portugal lideran con 4 puntos y juegan la última fecha ante Marruecos e Irán respectivamente. Si los dos ganan o empatan sus partidos con el mismo resultado, será el fair-play el que defina las posiciones.

Si Francia le gana 2-1 a Dinamarca y Australia vence 1-0 a Perú, que ya está eliminado, la segunda plaza del grupo se determinará con las tarjetas. Lo mismo ocurrirá si los resultados son 3-2 y 2-1 ó 4-3 y 3-2 y así sucesivamente.

Sucederá lo mismo que en los casos anteriores si Serbia empata con goles ante Brasil (1-1; 2-2; 3-3; etc) y Costa Rica le gana a Suiza por diferencia de un gol respecto al empate entre serbios y brasileños (2-1; 3-2; 4-3; etc).

Es, quizá, el más peculiar de todos, ya que podría darse un triple empate con seis puntos e igual cantidad de goles a favor y en contra. Para que ésto ocurra Suecia tendría que vencer por 1-0 a México y Alemania por el mismo resultado a Corea del Sur.

Si bien Bélgica e Inglaterra ya tienen asegurada la clasificación todavía no se sabe cuál de las dos selecciones se quedará con el primer puesto del grupo. Ambas tienen 6 puntos, 8 goles a favor y 2 en contra, y se enfrentan en la última fecha, por lo que el empate, cualquiera sea el resultado, hará intervenir al fair-play.
Es decir que en esta última fecha de la fase de grupos los árbitros tendrán un papel más protagónico que de costumbre, ya que podrían llegar a eliminar a una selección con sólo mostrarle una tarjeta. Todo un tema en lo que a las especulaciones respecta.

Fuente: Olé

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