El cordobés Leandro Bolmaro jugará en Minnesota Timberwolves

Leandro Bolmaro fue elegido en el puesto 23 del draft por New York, pero fue intercambiado con la franquicia de Minnesota Timberwolves.

El cordobés Leandro Bolmaro jugará en Minnesota Timberwolves

07:58 hs – Jueves 19 de Noviembre de 2020

El escolta cordobés Leandro Bolmaro de apenas 20 años, fue elegido en la primera ronda del “draft” de la NBA por New York Knicks, que inmediatamente lo traspasó a Timberwolves, que tiene como entrenador asistente a su comprovinciano Pablo Prigioni, y se convirtió así en el noveno basquetbolista argentino en ser seleccionado por la liga norteamericana a través de este sistema de elección.

Bolmaro, actual jugador de Barcelona, de España, fue elegido en el lugar número 23 de este “casting” basquetbolístico que por primera vez en la historia se realizó de manera virtual a raíz de la pandemia de coronavirus, y de esta manera se convirtió en la mejor elección de un jugador argentino, ya que el anterior que más rápido resultó seleccionado fue Carlos Delfino en la posición 25 por Detroit Pistons, en 2003.

Los ocho antecesores de Bolmaro que fueron elegidos por esta vía fueron Emanuel Ginóbili (el primero en saludarlo a través de sus redes sociales apenas conocida la noticia, pasados 20 minutos de la medianoche en Argentina), Luis Scola, Carlos Delfino, Hernán Montenegro, Marcelo Nicola, Jorge “Gigante” González (ya fallecido), Federico Kammerichs y Juan Pablo Vaulet. Los cinco últimos nunca pudieron jugar en la NBA.

En tanto que los otros nueve basquetbolistas argentinos que también jugaron en la NBA junto a Ginóbili, Scola y Delfino, pero fueron seleccionados como “agentes libres”, fueron Juan Ignacio “Pepe” Sánchez, Rubén Wolkowyski, Fabricio Oberto, Pablo Prigioni, Andrés Nocioni, Walter Herrmann, Nicolás Brussino, Patricio Garino y Nicolás Laprovittola,

Y a esa nómina va en vías de sumarse este viernes otro cordobés como Facundo Campazzo, actual base de Real Madrid, de 29 años, que ya gestionó su salida del club español para poder sumarse a una franquicia de la NBA, ya que la cláusula económica para marcharse del club “merengue” asciende a los 6.000.000 de dólares.

Con menos chances que Campazzo está el también base Luca Vildoza, el marplatense de 25 años que al igual que el cordobés actúa en la Liga ACB de España, jugando por el Baskonia.

La posibilidad de que Bolmaro accediera a la NBA fue palpitada hasta la madrugada de este jueves por un gran número de habitantes reunidos en la plaza San Martín, de Las Varillas, la localidad cordobesa de la que es oriundo este escolta de 2,03 metros, que así se convirtió en el segundo basquetbolista oriundo de ese lugar en acceder a la NBA: el primero fue Fabricio Oberto.

Más allá de que Oberto está retirado hace rato y hoy cuenta con 45 años en su cédula de identidad (nació un 21 de marzo de 1975), los centímetros que lo separan de Bolmaro son apenas 5 (mide 2,08) y sin embargo jugaba en la otra punta del equipo, ya que era pivote.

Bolmaro y Oberto, como también Campazzo, son cordobeses, aunque este último nació en la capital provincial, pero junto al chico de Las Varillas cumplirán seguramente a partir de este viernes con el regreso de la presencia argentina en la NBA, luego de que el “último de los mohicanos” basquetbolísticos, “Manu” Ginóbili, anunciara su retiro de la actividad profesional el 27 de agosto de 2018.

La diferencia entre ambos nuevos representantes del básquetbol argentino en la máxima competición del mundo son muchas, empezando por la década de vida que los separa, ya que Campazzo cumplirá 30 años el próximo 23 de marzo, mientras que Bolmaro llegó a los 20 recién el 11 de septiembre pasado.

Otra diferencia importante es la altura, nada menos que de 24 centímetros, ya que Campazzo mide 1,79 metros y Bolmaro los mencionados 2,03. La paradoja es que el primero es base por naturaleza y el segundo es escolta pero también suele ser el armador barcelonista.

Las posibilidades de Campazzo para este viernes van desde el exequipo de Ginóbili y Oberto, San Antonio Spurs, pasando por Brooklyn Nets y el Minessota del mencionado Prigioni, que curiosamente en la NBA jugó para los Knicks entre 2012 y 2015, hasta Los Ángeles Clippers o el Dallas Mavericks de su excompañero en Real Madrid, el base o escolta esloveno de 2.01 metros, Luka Doncic, que tiene un año más que Bolmaro.

Pero la historia de Campazzo recién se definirá mañana, mientras que lo de Bolmaro es inmediato, y una gran noticia para el básquetbol argentino volver a empezar a tener jugadores nativos en la NBA.

Por lo pronto Bolmaro ya fue parte de su “show business” al recibir la noticia rodeado de su familia y hablar con los conductores del “draft” vía Zoom para todo el mundo. Quizá siga forjando experiencia en Barcelona un buen tiempo más, pero el primer enorme paso, nada menos que el de abrir las pesadas puertas de la NBA, ya fue dado

De “pollito descoordinado” a súper atleta: la sorprendente historia de Leandro Bolmaro, el argentino mejor ubicado en la historia del Draft de la NBA

Leandro Bolmaro, el chico que empezó en el atletismo y está a un paso de desembarcar en la NBALeandro Bolmaro, el chico que empezó en el atletismo y está a un paso de desembarcar en la NBA

Comenzó practicando atletismo junto a su hermana y hasta logró ser campeón de hexatlón. Pero él siempre soñó con ser jugador de básquet. Infobae habló con dos de los entrenadores de sus inicios en el deporte y descubrió qué llevó a este cordobés a ser considerado uno de los grandes prospectos del sorteo de la NBA

Con sólo 20 años, se convirtió en el noveno argentino de la historia en ser elegido en el Draft de la NBA, el sorteo en donde las franquicias eligen a los mejores jugadores del básquet universitario y, como es su caso, a los prospectos internacionales de mayor relevancia que se anotan con el sueño de jugar en la liga más famosa del mundo que tiene este deporte. Si bien New York Knicks lo eligió en el pick 23, será cedido a los Minnesota Timberwolves.

“Para mí es como un sueño, no lo puedo creer. Quiero disfrutar este momento y ser feliz… y disfrutar”, dijo

En la actualidad, este cordobés que creció en la ciudad de Las Varillas, ya deslumbra a propios y extraños en el Barcelona, de España, el club que lo vino a buscar a la liga argentina después de mostrar sus dotes técnicos en Bahía Basket, la organización que construyó ni más ni menos que Pepe Sánchez, uno de los primeros dos argentinos que pisaron la NBA. Pero antes de todo esto, mucho antes, Bolmaro se crió practicando otro deporte además del básquet.

“Desde los 5, 6 años que él comenzó al lado de su hermana Camila”, recordó Oscar Alessandria. El encargado de la Escuela de Atletismo de la Cooperativa de Energía Eléctrica de Las Varillas viajó imaginariamente en el tiempo junto a Infobae para mostrar el comienzo de una historia fascinante. Un capítulo poco conocido de cómo era Bolmaro cuando todavía no estaba en la mirada de varios de los equipos de la NBA.

“Era parecido a un pollito, todo descoordinado. No podía manejar las piernas. Le costaba mucho, inclusive cuando caminaba lo hacía muy mal, con los pies cruzados hacia adentro. Su papá lo llevó a varios especialistas y le dijeron que eran cuestiones del desarrollo óseo y muscular. Pero por suerte fue solucionando esos problemas con la edad”, agregó el hombre que con sus 78 años muestra la felicidad que le da ver hoy a uno de sus viejos pupilos.PlayLeandro Bolmaro en una carrera solidaria en Las Varillas

Con su hermana varios años mayor como espejo, a Leandro le costó transformarse en un atleta. Él tenía la intención de hacerlo, pero las dificultades físicas se lo impedían. A pesar de esto, mostró una de sus grandes cualidades y salió adelante. Así lo cuenta Alessandria.

“Él no podía meter la pierna dentro de las varillas de 1 metro con 25 centímetros y las pasaba por fuera. Entonces, implementamos dos varillas de cartón, para que él pudiera ir coordinando los movimientos. Él salió adelante con mucho esfuerzo y dedicación. El deporte para él fue un juego, una alegría permanente”, explicó Oscar, que destacó cómo en su escuela siempre se trabajó en la versatilidad de las disciplinas para los jóvenes.

Así fue que, con el paso de los años, Bolmaro se convirtió en un especialista en múltiples pruebas: se consagró campeón del hexatlón Sub 14 en los Juegos Evita 2014, logró competir a nivel sudamericano y en 2015 fue clave su participación para que la escuela donde comenzó a practicar atletismo en Las Varillas ganara la Copa Nacionales de clubes en pruebas combinadas.

Al mismo tiempo que Leandro se destacaba como un súper atleta en el salto en largo, lanzamiento de bala y otras especialidades, su amor por el básquet tomó su corazón. Lo conquistó perfeccionándose desde su casa, seguido de cerca por papá Osvaldo y mamá Adriana, y también en el viejo parquet del club Almafuerte, ante la atenta mirada de su primer entrenador.Bolmaro, en la izquierda, acompañado por compañeros de la escuela de atletismo y de Oscar AlessandriaBolmaro, en la izquierda, acompañado por compañeros de la escuela de atletismo y de Oscar Alessandria

“Leandro de chiquito fue siempre muy compañero, amigable y simpático. Era un flacuchin medio chueco que venía sonriendo. Siempre llegaba temprano al club, más allá de que fuera su horario de entrenamiento o no, pero él estaba. Siempre estaba”, le contó Pablo Ayala a Infobae desde la tierra donde aquel jovencito se transformó de Cebollín, el apodo insignia de Bolmaro, a un jugador que empezó a despuntar como un gran talento.

Fue creciendo y fue creciendo su competitividad pero siempre sin faltar el respeto a nadie. Siempre buscaba mejorar: cada actividad que se le daba, era hacerlo al máximo y lo más específico posible. Era muy rápido y siempre con la pelota en la mano. Por eso, a medida que fue creciendo y veíamos la capacidad de picar la pelota lo dejamos de base y pusimos a los chiquitines del equipo para que jugaran de escoltas o aleros”, agregó el hombre que guió a Leandro en sus inicios en Almafuerte.

Como buen formador, Ayala y su ojo clínico reconocieron el valor de Bolmaro como deportista. Pero, más allá de sus capacidades técnicas, el DT de Almafuerte hizo hincapié en un aspecto clave para que cualquier atleta de alto rendimiento lograse el éxito: su mentalidad.

“Cree totalmente en él, además reconoce sus condiciones. Tiene una visión poco vista. Mientras intenta hacer algo, ya sabe que está haciendo el compañero”, explicó.

La única vez que se sacó la camiseta roja y negra de Almafuerte fue para calzarse la del club El Ceibo de San Francisco, Córdoba, para disputar un provincial de mayores. Hasta que en 2017, y después de una recorrida por la capital del básquet en Argentina, Bolmaro eligió dar el salto y jugar en Bahía Blanca. Después de disputar la Liga de Desarrollo de la máxima competición del baloncesto argentino, su presencia en el Básquetbol Sin Fronteras, un evento que organiza la NBA para proyectos con posible futuro en la competición, lo puso en el mapa internacional. Pocos meses más tarde, el Barcelona español no dudó y adquirió sus derechos federativos y se aseguró una de las joyas del básquet latinoamericano.Una vez que se fue de Córdoba, Bolmaro eligió jugar en Bahía Basket, la organización que dirige el ex NBA Pepe Sánchez (Crédito: Bahía Basket)Una vez que se fue de Córdoba, Bolmaro eligió jugar en Bahía Basket, la organización que dirige el ex NBA Pepe Sánchez (Crédito: Bahía Basket)

A horas de participar en el Draft, dos de las personas que más influyeron en su crecimiento, se refirieron a las posibilidades de ver a Cebolla en uno de los máximos escenarios del deporte mundial.

“Creo que es el sueño de todo chico”, dijo Ayala. “No recuerdo qué jugador le gustaba mirar, además yo los cagaba a pedos a los chicos cuando simulaban ser un jugador de la NBA. Quería sencillez en el grupo”, recordó un personaje vital en la relación de Leandro con el deporte.

El otro día conversando con el padre, con el que somos amigos de toda la vida, hablamos de lo coordinado que está ahora. Estuvimos viendo la tapa que puso el otro día en el Barcelona. Fue realmente magistral. La coordinación con la que giró para hacer la jugada”, recordó Alessandria sobre una jugada que le quedó guardada en su reciente memoria.Bolmaro ya deslumbra con la camiseta 9 del Barcelona (@leandro_bolmaro)Bolmaro ya deslumbra con la camiseta 9 del Barcelona (@leandro_bolmaro)

¿Añora su entrenador de atletismo poder verlo en acción en la NBA? “Me gustaría que, cuando llegue, que estoy seguro que va a llegar, que llegue con todo su potencial. Ese es mi deseo”, reafirmó Oscar desde Las Varillas y mientras el sonido de los pájaros se escuchan del otro lado de la línea.

Como se preveía, Bolmaro con el pick 23 se transformó en el argentino elegido más alto en la historia del sorteo -ese lugar lo ocupaba Carlos Delfino con la selección en el puesto 25 del Draft 2003-.

“Ojalá que lo veamos muy pronto en la NBA. Para él sería un paso más porque, conociéndolo, después va a querer ser campeón con su equipo y después va a querer ser campeón con la Selección. “Siempre quiere más Cebolla”, afirmó Ayala, que no puede ocultar sus lágrimas cuando habla de aquel chico flaco y alto que hoy es una estrella naciente del básquet mundial.PlayEl kit de la NBA que recibió Leandro Bolmaro en la previa del Draft

“Sólo deseamos que triunfe y que vuelva a comer asados cuando esté por acá”, añoró su primer DT en el básquet. “Es un pibe que no perdió el sabor a pueblo. Es un talento espectacular y es un orgullo haber podido aportarle algo a todo ese talento que él tiene”, dijo Oscar, ese señor que marcó los primeros pasos de Leandro en el deporte.

Desde las entrañas de su historia, protagonistas que los vieron crecer no dejan de reafirmarlo cada vez que pueden. Su humildad es parte de su esencia. También su ganas de superarse. Así logró dejar atrás esas varillas que no podía saltar. Lo mismo sucedió con su deseo de perfeccionar su mecánica de tiro o cómo driblar el balón con un mejor control.

Ese “pollito descoordinado” hoy está en la antesala de vivir una noche que puede ser la primera de una película que lo tendrá, más temprano que tarde, como el argentino que llegará a la NBA para continuar con el legado que dejaron Manu GinóbiliLuis Scola y el resto de una generación que ya era de dorada cuando Bolmaro ni siquiera soñaba con ser la figura que es en la actualidad.

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