El Congreso certificó finalmente la victoria electoral de Biden

El vicepresidente republicano Mike Pence certificó el voto de 306 grandes electores a favor del candidato demócrata, frente a los 232 logrados por Trump.


Biden fue el ganador de las elecciones presidencialesBiden fue el ganador de las elecciones presidenciales


El Congreso de Estados Unidos ratificó al demócrata Joe Biden como el ganador de las elecciones presidenciales, horas después de que violentos manifestantes irrumpieran en el Capitolio en un intento de revertir el resultado de los comicios, socavar la democracia del país y permitir que el republicano Donald Trump siguiera en la Casa Blanca.

El vicepresidente republicano Mike Pence certificó el voto de 306 grandes electores a favor del candidato demócrata, frente a los 232 logrados por Trump.

Los partidarios del mandatario saliente crearon un caos durante horas hasta ser desalojados por la policía, los legisladores resolvieron continuar la noche del miércoles con el proceso de validación de las elecciones, en una muestra para el país y el mundo de su compromiso con la voluntad de los votantes y una transferencia pacífica del poder.

Las autoridades del Congreso de Estados Unidos cerraron el edificio y suspendieron la sesión de ambas cámaras en las que se debía certificar la victoria presidencial de Joe Biden, luego de que miles de simpatizantes del mandatario saliente Donald Trump rompieran el cerco de seguridad, tomaran las escalinatas y la entrada del Capitolio y hasta ingresaran a los recintos de las dos cámaras.

Manifestantes proTrump rompen el cerco de seguridad y se cierra el Congreso en EEUU

Desde hace semanas estaba claro que la jornada de este miércoles en Washington no sería tranquila. Un grupo importante de legisladores republicanos había anunciado que, en un acto poco común, objetarían a la certificación de los votos emitidos en el Colegio Electoral de los estados en donde Trump denunció fraude electoral y sufrió sucesivas derrotas en la Justicia.

La alcaldesa demócrata de la ciudad de Washington decretó un toque de queda para la capital a partir de las 18.La alcaldesa demócrata de la ciudad de Washington decretó un toque de queda para la capital a partir de las 18.
No tenían los votos para aprobar esas objeciones, como requiere la ley; sin embargo, convirtieron a esa iniciativa en una última batalla antes del traspaso de mando el próximo 20 de enero.

La tensión hacia la tarde escaló a tal punto que el propio Trump presionó por Twitter a su vicepresidente y el hombre encargado de liderar la sesión conjunta de la certificación, Mike Pence.

“¡Hazlo Mike, es tiempo de tener un coraje extremo!”, tuiteó Trump y su vicepresidente le respondió con un breve comunicado en el que explicó que no tenía “la autoridad unilateral” para rechazar los votos emitidos en diciembre por el Colegio Electoral.

Ante esa respuesta y cuando los republicanos aliados de Trump comenzaban a retrasar la sesión con la primera objeción a los resultados del estado de Arizona, Trump hizo una última arenga frente a los miles de simpatizantes que desde temprano se concentraban en el centro de la capital, sin tapabocas pese al nuevo pico de contagios y muertes por coronavirus que atraviesa el país.

La irrupción de los manifestantes sucedió mientras un grupo de legisladores republicanos aliados de Trump intentaban obstaculizar la certificación tradicional del voto del Colegio Electoral.La irrupción de los manifestantes sucedió mientras un grupo de legisladores republicanos aliados de Trump intentaban obstaculizar la certificación tradicional del voto del Colegio Electoral.
“Nunca nos rendiremos. Nunca aceptaremos” la derrota, “vamos a detener el robo”, prometió el mandatario a exactamente dos semanas de tener que entregar el poder.

Y luego en Twitter pareció romper con su vicepresidente: “Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que debería haberse hecho para proteger a nuestro país y nuestra Constitución”.

En ese momento, comenzó el avance sobre los policías que protegen el Capitolio, la sede legislativa.

Primero fueron empujones, después forcejeos más fuertes y de repente la marea humana de manifestantes había tomado por completo las escalinatas del frente del Capitolio y cientos de personas irrumpían por puertas y ventanas al interior.

No está claro si hubo una orden de no reprimir -la Policía local informó solo 13 detenciones-, pero lo cierto es que las fuerzas de seguridad no reaccionaron una vez que los manifestantes entraron al Capitolio.

Trump sigue sin reconocer su derrota y alentó las protestas en contra de la certificación del triunfo demócrata.Trump sigue sin reconocer su derrota y alentó las protestas en contra de la certificación del triunfo demócrata.
Algunos disfrazados, otros con banderas y unos pocos con pancartas se pasearon libremente por pasillos, se sentaron con los pies en los escritorios de los legisladores más poderosos del país y hasta dejaron un papel con un mensaje amenazante a la presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi: “No daremos un paso atrás”.

Pese a que algunos agentes de seguridad los amenazaron con sus armas, una vez que los congresistas, senadores y el propio vicepresidente Pence fueron evacuados, los manifestantes llegaron a instalarse en el corazón del Congreso: los recintos de las dos cámaras, según mostró el canal de noticias CNN.

En el momento de mayor tensión, la intendenta de la capital, la demócrata Muriel Elizabeth Bowser decretó un toque de queda desde las 18 (las 20 en la Argentina) hasta las 6 de la mañana y luego se movilizó el FBI, la Guardia Nacional de Washington DC y del estado vecino de Virginia y todo tipo de fuerzas federales, algunas vestidas con equipo antidisturbios.

En un episodio poco claro, la Policía informó que una mujer recibió un disparo dentro del Capitolio en medio del caos y, aunque fue trasladada a un hospital, murió poco después, según informó a la prensa el vocero de la Policía local, Dustin Sternbeck.

Las protestas en el CapitolioLas protestas en el Capitolio
Al mismo tiempo que las sirenas de patrulleros inundaron las avenidas que desembocan en el Capitolio, las voces de dirigentes oficialistas y opositores, analistas y medios que pedían un freno político a la espiral de violencia se empezaron a acumular.

El primero que habló fue Biden en un mensaje en vivo a la nación.

“Llamo al presidente Trump a hablar por televisión nacional ahora mismo para que cumpla con su juramento y defienda la Constitución y exija el fin de este asedio” al Congreso, reclamó el líder opositor a dos semanas de asumir la Presidencia.

“Las escenas de caos en el Capitolio no reflejan a los Estados Unidos verdaderos, no representa quienes somos. Lo que estamos viendo es un número muy pequeño de extremistas cometiendo ilegalidades”, agregó.

Apenas minutos después, Trump publicó un mensaje grabado en su Twitter.

“Sé de su dolor, nos robaron una elección, fue una victoria arrasadora y todos lo saben, especialmente el otro bando. Pero tienen que irse a sus casas, tenemos que tener paz, tenemos que tener ley y orden, tenemos que respetar a nuestra gente de la ley y el orden, no queremos que nadie sea herido”, aseguró el mandatario saliente.

Muy gradualmente y siempre sin ninguna reacción violenta por parte de las fuerzas de seguridad, los manifestantes empezaron a abandonar ordenadamente el Capitolio y, al caer la noche, la Policía y las fuerzas federales habían conseguido que la mayoría de los simpatizantes de Trump se fueran del predio de la sede del Congreso.

Aún no se sabe cuándo se reanudará la sesión conjunta del Congreso para certificar el resultado del Colegio Electoral y el triunfo presidencial de Biden, pero las autoridades del Capitolio ya anunciaron que el edificio fue asegurado y se recuperó el control.

Cuando la situación empezaba a calmarse un poco, Trump reapareció con un mensaje que pareció reivindicar lo que rivales y aliados han calificado como “insurrección”, “turba”, “terroristas”, “criminales”: “Estas son las cosas y los eventos que pasan cuando una victoria arrasadora es tan inescrupulosamente arrebatada de los grandes patriotas que han sido tratados tan mal e injustamente durante tanto tiempo. Vayan a sus casas con paz y amor. ¡Recuerden este día por siempre!”

Tras el inicio del toque de queda, múltiples concentraciones más pequeñas salpicaban el centro de Washington, rodeadas por un cordón policial, lo que pronosticaba una noche de tensión política para Washington y una transición de Gobierno cada vez más violenta y tensa para el país.

Cuando la situación empezaba a calmarse un poco, Trump reapareció con un mensaje que pareció reivindicar lo que rivales y aliados han calificado como “insurrección”, “turba”, “terroristas”, “criminales”: “Estas son las cosas y los eventos que pasan cuando una victoria arrasadora es tan inescrupulosamente arrebatada de los grandes patriotas que han sido tratados tan mal e injustamente durante tanto tiempo. Vayan a sus casas con paz y amor. ¡Recuerden este día por siempre!”

Ese mensaje le valió la suspensión en esa red social durante 12 horas y no evitó que, con el toque de queda ya en vigor y con miles de fuerzas de seguridad en las calles, el Congreso volviera esta misma noche a sesionar para continuar con el debate para certificar la victoria presidencial de Biden.

El proceso se realizó con la nación en alerta y la ciudad de Washington bajo un inusual toque de queda decretado tras los disturbios.

Trump, quien se ha negado a aceptar su derrota, dijo en un comunicado inmediatamente posterior a la votación que habrá una transición ordenada el día de la asunción de Biden, el 20 de enero.

“Aunque estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de estas elecciones y los hechos me apoyan, habrá una transición en orden el 20 de enero”, dijo en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP. “Esto representa el fin de uno de los mejores primeros mandatos presidenciales y es solo el inicio de nuestra lucha para devolver a Estados Unidos su grandeza”, agregó.

La ratificación llegó luego de una jornada con pocos precedentes en la historia política de Estados Unidos, con el Capitolio asediado por los partidarios de Trump y los legisladores buscando refugio bajo escritorios y protegidos con máscaras antigás mientras la policía trataba de erigir barricadas en torno al edifico del Congreso.

Una mujer murió tras recibir un disparo en el pecho dentro del Capitolio.

El presidente saliente envalentonó a sus seguidores horas antes de la violencia con un acto matutino fuera de la Casa Blanca donde los urgió a marchar hacia el Capitolio

La protesta fue convocada y alentada por el propio Trump, quien desde hace semanas lanza denuncias falsas sobre la transparencia de las elecciones del 3 de noviembre, en las que fue vencido por Biden.

La sesión ya era extraordinaria por el hecho de que varios legisladores republicanos estaban presentando objeciones a los resultados cuando el procedimiento tuvo que ser interrumpido por la irrupción violenta de los partidarios de Trump.

Tanto las protestas como las objeciones de legisladores republicanos constituyeron un desafío impensable a los principios democráticos y desnudaron las profundas divisiones en Estados Unidos, que se agravaron de manera dramática durante los cuatro años de Trump en la Casa Blanca.

El Congreso volvió a sesionar al caer la noche, en medio de condenas a las protestas de legisladores de ambos partidos y con la determinación de certificar el triunfo de Biden, así llevara toda la noche.

Pence reabrió el procedimiento en el Senado dirigiéndose directamente a los manifestantes: “Ustedes no ganaron”, dijo.

El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, dijo que la “insurrección fallida” dejó en evidencia el deber del Congreso de confirmar la victoria de Biden.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, dijo que el Congreso debía mostrar al mundo “de qué está hecho Estados Unidos” y completar su trabajo de certificación.

El presidente saliente envalentonó a sus seguidores horas antes de la violencia con un acto matutino fuera de la Casa Blanca donde los urgió a marchar hacia el Capitolio.

A pedido de sus asesores y desde el Salón Oval de la Casa Blanca, Trump emitió un par de tuits y grabó un video en el que pedía a los manifestantes “ir a casa en paz”, aunque también apoyaba su causa.

Horas después, Twitter bloqueó por primera vez su cuenta, le exigió que borrara tuits justificando la violencia y lo amenazó con una “suspensión permanente”.

Con rostro sombrío, el presidente electo Biden dijo que la democracia del país estaba “bajo un asalto sin precedentes”, un sentimiento del que se hicieron eco numerosos legisladores en el Congreso.

El expresidente republicano George W. Bush dijo que miró los disturbios por televisión “con incredulidad y consternación”.

La mujer muerta era parte de la multitud que irrumpió en el Congreso y rompió una barricada que protegía una sala donde había policías armados, dijo la policía.

Fue baleada en el pecho por los agentes del Capitolio y llevada a un hospital donde falleció.

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