Esta semana Darío Barassi compartió con sus seguidores un mensaje gordoodiante que le llegó a través de su cuenta de Instagram en el que una persona lo cuestionaba por su peso y le decía que su hija debería “avergonzarse” por ello.
“Volvete saludable, así te tienen más tiempo y cuando tu nena se de cuenta de lo gordo que sos, ¡se va a avergonzar de vos! No lo tomes como una agresión por favor, pero ¡es así”, le dijo la mujer.
El conductor de “100 argentinos dicen” compartió el mensaje junto a una contundente respuesta:
“Si mi hija se llega a avergonzar por el cuerpo de otro es porque hice las cosas mal educándola. Mi gordura no da vergüenza. Tu irreverencia en cambio, si”,
contestó Darío Barassi .
No es la primera vez que el actor sufre este tipo de situaciones discriminatorias. Algunos meses atrás contó que asistió a un centro médico a hacerse una resonancia magnética y que, mientras se cambiaba, una de las pacientes preguntó a la técnica del estudio si Barassi entraba en el tubo del aparato.
“Primero me dice ‘éxitos gordito, te felicito por el programa’. Pero cuando me estoy empezando a cambiar, escucho que le dice a la piba que me había llevado hasta ahí ‘¿che, pero entra Barassi en el aparato?’”, recordó.
“En el momento pensé en remates horribles que no hice ni voy a hacer ahora porque son muy agresivos… Pero me dolió”, relató el conductor en Instagram y contó qué le respondió a la mujer.
“Señora, ¿quiere quedarse a ver? ¿Quiere pagar como si esto fuera Mundo Marino para ver si el gordo entra en el tubo ese? ‘Ay, sos divino’, me dijo ella pensando que le estaba haciendo un chiste”, agregó.
La situación reabrió, una vez más, el debate sobre el gordoodio, el mandato de la delgadez a cualquier precio y lo agresivo y peligroso que puede ser opinar sobre cuerpos ajenos.